El interés por este pájaro surgió gracias a un artículo de la edición de noviembre de la revista InterCole. Los chicos quedaron asombrados al descubrir que este animal "puede comer restos de animales muertos sin que le duela la panza"
Nuevamente nos pusimso en acción. Un par de días más tarde llevé un texto muy completo (que difinitivamente no había sido escrito para chicos de primer grado) Nos agrupamos y cada equipo se encargó de un fragmento de la información. La lectura generó muchas dificultades, pero hicieron valer habilidades de comprensión para compartir con todo el grado una breve síntesis del fragmento de cada grupo.
Esa misma semana publicamos nuevas entradas en el blog, esta vez describiendo a este carroñero que había despertado nuestra curiosidad. La modalidad de trabajo fue muy similar a la utilizada en la publicación de las enrtadas acerca de la alimentación de las ballenas, con llos mismos tres momentos de trabajo.
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